sábado, 27 de febrero de 2016

Los Oscar (88ª Edición)

Otro año más llega esa ceremonia que mueve masas. Ese día en el que un número incomprensible de gente de todo el mundo se queda despierta hasta unas horas inconfesables viendo por la tele a gente atractiva y talentosa. Sé que creíais que hablaba de mi cumpleaños pero en realidad me refiero a los Oscar. Tras una inacabable temporada de premios, repleta de Festivales (Toronto, Sitges, Berlín, Venecia, etc), galardones de Asociaciones (de críticos, actores, directores), premios que siempre se usan para predecir las ganadoras de los Oscar (“Globos de Oro”, “Bafta” o los César ayer mismo) y los Goya que son un caso aparte; al fin llega ese final de temporada que marcan los premios más célebres. Yo siempre he pensando que son los premios más políticos, falsos, cerrados de miras e incompetentes de la industria; pero a la gente le gustan, y no soy nadie para decirle a la gente lo que le tiene que gustar. Además soy muy débil cuando se trata de realizar quinielas, ver como las redes sociales se inundan criticando los vestidos de los famosos y seguir descubriendo lo poco evolucionados que estamos como especie. Denme un segundo para quitarme la mala baba y continuar hablando amablemente de estos premios casi centenarios otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en reconocimiento de los profesionales de la industria cinematográfica.

Este año he tenido una confusión de fechas importante. Pensé que la ceremonia era mañana y no pasado, aunque eso tan solo significa que tengo algo más de tiempo para prepararme. Por tanto esta madrugada serán los premios Golden Raspberry, popularmente conocidos como Razzies o anti-Oscars, que como es evidente premian lo peor del año. Y la madrugada del 29 se emitirá la 88ª ceremonia de los Premios de la Academia. No serán esta vez ni la divertida Ellen DeGeneres ni el decepcionante Neil Patrick Harris del año pasado, en esta ocasión el presentador será Chris Rock. Este señor nunca me ha hecho gracia, pero le doy mi voto de confianza y comienza con buen pie, pues le ha tocado presentar una gala particular en la que su propia presencia ya es una jocosa ironía. Para quien no me entienda, puede que el lema oficial de este año sea “We all dreams in gold”, pero creo que todo el mundo se va a quedar con lo de #Oscarssowhite. Sea como fuere, en este artículo realizaré la que viene a ser mi propia quiniela de los Oscar, indicando mis apuestas, mis favoritas de las nominadas a cada categoría y las grandes olvidadas. Este año vengo bien preparado en tema de visionados, aunque tengo la sensación de que todo está muy abierto y no será este el año que recupere mi 90% de aciertos que perdí estrepitosamente y por terquedad en la pasada edición. Por otro lado incluso habiendo visionado casi todas las nominadas importantes, aún necesito un mes largo para terminar mis listas de mejores y peores películas del 2015. Pero bueno, ya va siendo hora de entrar en materia de esta quiniela. ¿Estáis listos? Vamos allá.

De nuevo en esta edición los académicos han seleccionado 8 candidatas finales para alzarse con el muy preciado ídolo dorado a “Mejor Película”. Creo que es uno de los años que más me han decepcionado con las nominadas a “Mejor Película”. Personalmente no creo que “El puente de los espías”, “Marte” ni mucho menos “The Revenant” debieran estar nominadas y no logro comprender como “Steve Jobs”, “Macbeth” o “45 años” no se encuentran entre las finalistas. Ahora bien de las que optan al premio mi favorita es “Spotlight”, creo que es una película valiente y necesaria en la que todos los apartados trabajan milimétrica y conjuntamente para lograr sus objetivos. No hay héroes en esa historia, sólo una gran historia. También me encantaría que ganase “Mad Max” porque aunque pueda parecer que “El renacido” es puro cine, en realidad la película de Miller sí que es una de esas épicas historias que merecen verse en la pantalla más grande, y aunque su guión sea sólo correcto, todos los engranajes están perfectamente engrasados para que la máquina nos conduzca cautivados, brillantes y cromados hacia el Valhalla. Ahora en tema de apuestas lógicas, sé que no le darán al premio a un blockbuster y realmente no contemplo que pueda ganar ninguna a excepción de “El renacido” o “Spotlight”. Me explico, “Marte” debería estar a “Mejor Director” (Ridley Scott) no a película, “El puente de los espías” está nominada por su aroma y su narrativa clasicos y por el orgásmico patriotismo temático y resolutivo tan impregnado en el estilo del antaño rey del mundo cinematográfico (Steven Spielberg), “The Big Short” es una rareza para el estandar académico y tanto “Brooklyn” como “Room” son películas pequeñas que parece difícil que puedan dar la sorpresa. Así pues me queda decidir entre “The Revenant” y “Spotlight”. Si mi memoria no falla, en toda la historia de estos premios, sólo John Ford y Joseph L. Mankiewicz ganaron dos Oscar consecutivos como directores, y aún así nunca dos películas del mismo director ganaron consecutivamente “Mejor Película”. No obstante el filme de Iñárritu se ha alzado con este premio en los Globos de Oro, los BAFTA y los DGA (Premios del Sindicato de Directores); además de ser la cinta con más nominaciones, que por estadística suele ser la ganadora. En esta ocasión me voy a arriesgar como el año pasado (para fallar) porque no creo que puedan premiar como “Mejor Película” a un vacuo, excesivo y sonrojante vehículo de lucimiento de Iñárritu, así que mi favorita es Spotlight y mi apuesta es Spotlight. Y si gana “Mad Max” la próxima ronda corre de mi cuenta.

Creo que de nuevo como el año pasado voy a estropear mi quiniela innecesariamente. Voy a arriesgar mi apuesta como si mi decisión pudiera cambiar el premio, a pesar de saber casi a ciencia cierta que lo que ha ocurrido dos veces en 88 años volverá a suceder pasado mañana. Iñárritu seguramente ganará la estatuilla de una forma más que inmerecida, de hecho cínica. El ego del que hablaba en “Birdman” hizo mella en él tras recibir su último Oscar. “The Revenant” son casi tres horas de ego absoluto, de una cámara que cree filmar magia en cada fotograma y en realidad cansa mucho por su pomposidad. Que le den el Oscar si quieren (tres años seguidos que este Oscar va para México), que le digan a las nuevas generaciones de cineastas que lo único que importa son las filigranas insustanciales; el cine solamente caerá aún más bajo. Y tras todo eso apuesto por George Miller con fe ciega (aunque me gustaría una sorpresa de McCarthy), porque aunque “Mejor Película” y dirección suelen ir unidos y el trabajo de McCarthy me parece sobrio, inteligente, sutil y preciso cual reloj suizo, seguramente me equivoque con “Mejor Película” y creo que la dirección de Miller se asemeja más a lo que busca la academia a pesar de la edad. Mi favorito también es George Miller, un señor de 70 años que ha reformulado el género de la acción maravillando a todas las generaciones con una película que tiene el ritmo de un chaval veinteañero chutado de adrenalina, que no se excede con el CGI, que trata con ingenio apoteósico el feminismo y en la que cada plano es un como un alocado y maravilloso cuadro del Bosco. Las demás posibilidades son poco o nada probables así que sólo me queda hablar de los muchos olvidados de esta categoría. Desde un Danny Boyle que le encuentra el punto exacto a la dirección del ya de por si intenso guión de Sorkin, pasando por Charlie Kaufman y su amargo nihilismo vital en “Anomalisa”, el acerado y fluido trabajo de Cary Joji Fukunaga en “Beasts of No Nation”, la romántica sutileza de Todd Haynes en “Carol”, la dinámica y chispeante cámara de Ryan Coogler en “Creed” o el ya mencionado Ridley Scott, que ha vuelto tras mucho tiempo, a ganarse al público.

Llegamos a los premios que más valoro, los de guión. Y la verdad es que este año son muy flojos los nominados. Es imposible que el premio vaya para “El puente de los espías”, ni para “Ex Machina”, ni tampoco para “Straight Outta Compton”. Los Coen y Matt Charman nos traen un excelente estudio de personajes a medio camino entre el thriller de espionaje y el drama judicial pero cuyo guión se enfrenta a múltiples problemas que reducen su calidad general. “Ex Machina” de Alex Garland es algo parecido a una reivención moderna del “Frankenstein” de Mary Shelley que mueve al espectador a inteligentes reflexiones mientras juega con resonancias artísticas, cierta sátira tecnológica (alarmantemente sutil) y equilibra temas tecnológicos (el transhumanismo, la ginoide, etc) con temas universales entre los que se encuentran las emociones humanas, la eterna lucha de sexos o la dominación. Una pena que en el tramo final el libreto sucumba ante las torpezas y algunos giros de guión muy ingenuos que preceden a una magnífica conclusión.El terce caso parece una broma. La historia de como unos chicos de Compton (N.W.A) revolucionaron la música está muy bien, aunque el guión es simplemente correcto y tiene algunos puntos muy flojos, lo gracioso es que una película muy digna sobre -e importante para- gente de color y realizada casi enteramente por gente de color, esté nominada en la única categoría de la que se encargan personas caucásicas, el guión. No busco polémica, pero este año los Oscar dan bastante vergüenza ajena. Si están en desacuerdo sobre mi crítica al racismo de la academia, examinen las estadísticas, yo me las conozco perfectamente. Volviendo al asunto que nos atañe, la categoría de guión original queda dividida entre “Spotlight” e “Inside Out”. Creo que la academia no premiará con un Oscar tan importante a una cinta animada (el género sigue menospreciándose) así que apuesto por la brillante “Spotlight”, aunque mi favorita es “Inside Out” por su inquebrantable creatividad, su humanidad y su ingenio colosal. En esta categoría echo en falta “The Hateful Eight”, uno de los guiones más maduros y político-humanistas de Tarantino.

Esta sin duda la categoría que me ha puesto de peor humor este año. Porque veo que Phyllis Nagy y Drew Goddard están nominados por “Carol” y “Marte” respectivamente y no veo ni “Macbeth” ni el mejor guión del año con suma diferencia, el de “Steve Jobs” escrito por Aaron Sorkin. “Carol” es otro drama romántico más, que destaca porque está dirigido e interpretado con una maestría fascinante, pero su guión es normal y corriente, de hecho está muy por debajo de la complejidad emocional de los clásicos del género. Y “Marte” es un sobresaliente en términos científicos pero en otros muchos sentidos es un guión del montón, si los clásicos Sci-fi de Scott no estuvieron nominados, tampoco lo estuvo 2001 de Kubrick y tampoco lo estuvo Interstellar. ¿Qué pinta en esta lista “The Martian”? Quitando estas candidatas quedan “Brooklyn”, “Room” y “La gran apuesta”. La primera no tiene prácticamente probabilidades de salir vencedora, y entre las dos últimas parece llevar la delantera el filme de Adam McKay. Mi favorita y apuesta de la categoría es “The Big Short”, porque su guión es ágil, complejo, rico en detalles, con un modelo narrativo claro y funcional. Además está simplificado con ingenio y sentido del humor en las partes necesarias y es realmente económico con sus elementos. Adam McKay y Charles Randolph saben atacar donde duele y no tienen reparos en hacerlo, en esta escabechina no se salva ninguno de los despreciables personajes que aparecen en pantalla retratando el cinismo, la codicia y la inhumanidad que anega Wall Street. No obstante hay que tener en cuenta que este premio debería ser para “Steve Jobs”. Esos malditos académicos son los verdaderos ladrones.

Una de las categorías que más me fastidian en esta edición. Bryan Cranston hace un papelón que hubiera merecido otro año con menos competencia y Matt Damon ganó el Globo de Oro a “Mejor Actor-Comedia”, que sigo diciendo que “Marte” tiene un tono positivo pero no es una comedia. Pero bueno, ninguno de los dos tienen ni media posibilidad de alzarse con la estatuilla dorada. Redmayne está sobreactuado en exceso, entrega un trabajo sobrevalorado, estridente y manipulador que se basa en la cámara de Tom Hooper tirando primerisimos planos de su cara llorosa. Que lo gane un año inmerecido pasa, pero dos y consecutivos, no. Así pues me quedan dos: DiCaprio y Fassbender. Mi favorito es Fassbender, normal que la mayoría prefiera a DiCaprio porque su interpretación de sutil no tiene nada, sin embargo la de Fassbender es una obra maestra de actuación, compleja, repleta de aristas y matices, que se irá teniéndo mucho más en cuenta con el paso de los años. No hace falta sufrir, comer hígado crudo y que te ataque un oso para que tu interpretación sea bestial, de eso el medio Irlandés sabe mucho, ya debió haber ganado -al menos- por “Shame” o “12 años de esclavitud”. Y como apunte extra, DiCaprio es el único papel que hace en dos años mientras que Fassbender continúa entregando bastantes trabajos excelentes anuales y nominables (en “Macbeth” sin ir más lejos). Sin embargo mi apuesta es DiCaprio, porque todo el mundo, todo el mundo, todo el mundo está esperando ¿el Mac? Pues no, el Oscar de DiCaprio. “The Revenant” también es su vehículo de lucimiento, no hay más que ver el plano final, y la verdad es que el actor se ha comprometido totalmente para llevarse el Oscar a la quinta oportunidad (si no habéis jugado al juego de 8 bits, ya estáis empezando). No es ni de cerca una de sus mejores interpretaciones, en realidad prefiero el trabajo de Hardy en la película. Pero bueno, todas las apuestas van con DiCaprio y en esta ocasión no me la juego. En materia de olvidados encuentro a Johnny Depp en “Black Mass”, a Jake Gyllenhaal en la decepcionante “Southpaw”, al terrorífico Benicio del Toro de “Sicario”, a Michael B. Jordan en “Creed” (interpretación emocional y física muy a tener en cuenta), Will Smith y su fabuloso acento nigeriano en “Concussion”, el brillante y carismático Samuel L. Jackson de “The Hateful Eight” y el reparto coral de “Straight Outta Compton”. ¿Notan algo en esta lista?

Cate Blanchett ya tiene dos muy merecidos de siete nominaciones y el último lo ganó hace nada por “Blue Jasmine” (2013). Lo de la Academia con Jennifer Lawrence ya es una exageración considerable, pero por una vez sus posibilidades son inexistentes. Diría lo mismo de Charlotte Rampling si no fuera mi interpretación favorita de las cinco (sólo el gesto final ya merece un premio), pero realmente es la típica nominación de persona mayor que está en la lista para que la academia quede bien. Por lo tanto la cosa está entre Larson y Ronan. No creo que Saoirse Ronan gane tan joven (tiene 21 años) y Brie Larson sin embargo es la sorpresa del año y tiene todas las posibilidades con ella, así que apuesto a su favor, además me encanta su interpretación, creo que es un trabajo difícil y que ella está maravillosa de principio a fin. Respecto a las olvidadas hay muchas. Theron por “Fury Road”, la adorable Daisy Ridley en “Star Wars”, Carey Mulligan en “Far from the Madding Crowd” o “Sufragistas”, la menospreciada Bel Powley en “The Diary of a Teenage Girl”, Lily Tomlin en “Grandma” y mi favorita del año, Marion Cotillard en “Macbeth”. Incomprensible con esta lista (en la que seguro que se me olvida alguna) que Jennifer Lawrence esté nominada.

Pese a las apuestas generales esta parece una categoría más reñida. Las nominaciones de Christian Bale y Mark Ruffalo han perdido fuerza con el paso del tiempo. El primero tiene menos posibilidades que nadie, ya ganó uno hace relativamente poco. Mark Ruffalo está nominado por tercera vez en la misma categoría, la anterior fue el año pasado por su increíble interpretación en “Foxcatcher” y creo que podría dar la sorpresa llegado el momento. Tom Hardy está nominado por primera vez, algo inconcebible teniendo en cuenta su meteórica carrera y aunque es posible que no se lo den, es mi favorito, parece imposible que repita acento en algún personaje. Por último están Rylance y Stallone. El primero suena más de lo que pensaba en las apuestas, su trabajo me gustó mucho pero me resulta raro que le den el Oscar a un dramaturgo británico nunca nominado y que interpreta a un comunista infiltrado, los mismos que dijeron que premiar el papel de DiCaprio en “Wolf of Wall Street” o la propia película podía confundirse con “apologizar” el comportamiento de su personaje. Así que sinceramente apuesto por Stallone. La irresistible nostalgia de su vuelta como Rocky sumada a lo conmovedor y real de su interpretación le auguran otra victoria en el ring. Dispuestos a seguir con los olvidados, llamaría primero al que debió recibirlo el año pasado, Michael Keaton, que regresa con otro gran trabajo en “Spotlight”. También al infravalorado Joel Edgerton por su papel en “Black Mass”, a Seth Roger por su magnífica actuación como Steve Wozniak y en especial a un brutalmente aterrador Idris Elba (“Beasts of No Nation”) con impresionante acento africano y que recuerda mucho a Brando-Kurtz.

En esta categoría puedo quitar directamente a Rachel McAdams y a Jennifer Jason Leigh porque no les veo casi intención de subir a por el premio a pesar de que ambas están realmente bien en sus papeles, en especial la segunda que se hace poco a poco con la función. Luego hay un triple empate entre Alicia Vikander, Kate Winslet y Rooney Mara. En los SAG (Premios del Sindicato de Actores) ganó Vikander, pero Winslet lo hizo en los BAFTA y los Globos de Oro. Alicia Vikander es una de las nuevas sorpresas, mientras que la encantadora Rooney Mara está nominada por segunda vez tras “The Girl with the Dragon Tattoo” (2011) de David Fincher y la más veterana es Kate Winslet, siendo esta su séptima nominación (ganó en 2009 con “The Reader”). Está muy difícil elegir porque todas ellas tienen estadísticas de peso a su lado. Quito a Vikander de la lista a pesar de las apuestas y la cosa queda entre la sensacional interpretación de Mara y Winslet, que se merece hace tiempo otro Oscar. Ambas empatan como favoritas pero en apuesta me arriesgo por Mara. En una primera reflexión no tengo olvidadas claras en esta categoría.

De las cinco candidatas y a riesgo de pecar de presuntuoso, creo que hay una ganadora clarísima. “Son of Saul”. “El abrazo de la serpiente” es una aventura portentosa y “Mustang” ha recogido premios importantes que podrían hacerla dar la sorpresa, pero la inolvidable pesadilla sobre el holocausto que ha creado el debutante László Nemes, seguro que ha hechizado a los académicos tanto como al resto. Clara favorita y apuesta. Además creo que “Mustang” (que se hizo con el Goya por encima de “Macbeth” y “Leviatán”) es una de las cintas más sobrevaloradas del año. No negaré que las intenciones del debut son buenas y que tiene puntos fuertes como su reparto, pero narrativamente es una torpe y previsible repetición de situaciones que acaban cansado. El guión no profundiza en los temas clave, y los temas que trata los afronta con una incomprensible ligereza y banalidad. Se me ocurren dos olvidadas claras, una de ellas está ahora mismo en mi lista de mejores del año. Primero la inaudita sátira distópica de Yorgos Lanthimos, “Langosta”, y por último “El club” de Larraín; otra pesadilla muy necesaria que se coloca como la contracara de la moneda de “Spotlight”.

Una categoría más fácil de adivinar de lo que debiera. Las películas extranjeras nunca suelen ganar en ella y “La oveja Shaun” no va a ganar tampoco. Mi favorita es “Anomalisa”, porque es la película que más me ha aportado como ser humano este año y porque es toda una declaración de intenciones de que el cine de animación es un medio tan digno como cualquier otro para contar cualquier tipo de historia, por amarga o adulta que sea. Sin embargo la clara vencedora es “Inside Out”, toda una compleja, colorida e imaginativa obra maestra para niños y adultos, de lo mejor que ha hecho Disney Pixar.

Creo que “Amy” va a ganar y es una victoria más que justa. Los documentales de Netflix (“Winter on Fire” y “What Happened, Miss Simone?”) son demasiado convencionales y desaprovechan uno su contexto histórico y el otro a su personaje. Por otro lado “La mirada del silencio” no parece que vayan a tenerla muy en cuenta y tengo pendiente “Cartel Land”. De este modo apuesto por el más que sólido y respetuoso filme de Asif Kapadia. Creo que dos documentales que debieron competir en esta categoría -y ganar- son “Taxi Teherán” de Jafar Panahí y “El Botón de Nacar” de Patricio Guzmán.

Ya hemos pasado prácticamente todos los premios gordos asi que empezaré a ir más directo al grano. En la categoría de “Mejor Montaje” no sé que pinta “El renacido”, que anda bien necesitada de media docena de tijeretazos en el metraje. Me quedo con “Mad Max” como apuesta y favorita. “Mejor fotografía” es de chiste, favorito y apuesta el trabajo de Lubezki en “The Revenant”, que este hombre no gane por tercera vez consecutiva sería un amaño académico de los más notorios de su historia. Otra de esas decisiones fáciles, si Williams y la nostalgia no ciegan a los académicos (ojo que me encanta la partitura) el premio claro es para el maestro Ennio Morricone por su excelso y perturbador trabajo en “The Hateful Eight”, a la sexta tiene que ir la vencida. En la categoría de canción original el duelo es entre “Writing's on the Wall” de Sam Smith y “Til It Happens To You” de Lady Gaga. Muy probablemente ganará la segunda debido al delicado y valiente tema sobre el que habla la canción, y apuesto por ella aunque mi favorita es “Simple Song #3” de Sumi Jo (“Youth”). El premio por “Diseño de Producción” debería caer de calle para “Mad Max”. En temas de vestuario “Carol” y “Cenicienta” de Kenneth Branagh dan algo de competencia aunque también debe ir para “Mad Max” con suma diferencia. “Maquillaje y Peluquería” lo mismo de las dos anteriores, “Mad Max”. Los premios de “Mejor Sonido” y “Efectos Sonoros” se debaten entre “Mad Max” y “The Revenant”, tienen las mismas posibilidades así que voy a jugar sucio y apostar sonido para “The Revenant” y efectos sonoros para “Mad Max”. También está el premio a “Mejores Efectos Visuales” que está dividido entre “Star Wars”, “The Revenant” y “Mad Max”; favorita y apuesta “The Revenant” porque la escena del oso es para colgar en un museo de los efectos especiales. Por último queda materia de cortometrajes y este es -irónicamente- el año que peor ando en este sentido, así que irán un poco al azar. En primer lugar de ficción, apuesto por “Shok”. Cortometraje documental apuesto por “Claude Lanzmann: Spectres of the Shoah” y en animación aunque la decisión conservadora es "Sanjay’s Super Team" de Pixar (aparte de que lavaría levemente la imagen de la academia de cara a esta edición), me quedo con “Mundo del mañana”, que ha ido ganando premios muy importantes y es una propuesta insólita y hermosa.

Y como cada año aquí concluye mi quiniela personal de los Oscar. Será un placer charlar y debatir en los comentarios sobre vuestras quinielas, opiniones y cualquier cosa relacionada con la cada vez más cercana ceremonia, la cual comentaremos en directo vía Twitter. Ahora si queréis optar a fantásticos lotes de películas galardonadas en ediciones anteriores, tan solo tenéis que bajar a la entrada “Quiniela de los Oscar 2016” o pinchar en el link que os dejamos a continuación y realizar la vuestra propia. También os dejamos el enlace a nuestro Twitter para que podáis seguir con nosotros la ceremonia en directo durante la madrugada del lunes 29 de Febrero. Ahora sólo queda esperar a ver si hay suerte. Y recordad: “We all dreams in gold”.

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Alejandro Arranz

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