domingo, 15 de febrero de 2015

Crítica de “Cincuenta sombras de Grey”

-Un coñazo de categoría que no encuentra su lugar. No le van los adjetivos transgresora, provocativa, sensual ni erótica; es básicamente una descafeinada y pretenciosa chorrada para niñas analfabetas.

-Su único mérito, ser mejor que el espantoso libro en el que se basa. Por lo demás el escaso atractivo reside en la correcta labor de Dakota Johnson.

Al fin llega a los cines una de las películas más esperadas del año, lo que ya nos indica el nivel intelectual y cultural de la sociedad moderna. El filme supuestamente polémico y de éxito más que asegurado se trata de la adaptación de la primera novela de la famosa trilogía erótica homónima de E.L. James. Los que no hayan leído el libro pueden estar agradecidos, porque la habilidad de escritura de la autora británica roza el mayor de los absurdos inimaginables, no obstante el éxito torrencial de las novelas (best seller) y en un futuro próximo del filme, se debe a las adolescentes estúpidas e insatisfechas así como a las señoras mayores cuya única compañía son las dos docenas de gatos que han ido acumulando según la sucesión de etapas de su penosa vida. Se me olvidaba, los masturbadores crónicos...esos también son adeptos incondicionales de esta porquería. Lo siento si me notáis algo furioso, es que ayer me tocaba invitar a mí y me siento un poco violado.

Empecemos. La encargada de llevar este proyecto a buen puerto ha sido Sam Taylor-Johnson (Nowhere boy), tras sonar para el puesto directores/as de la talla de David Fincher, Angelina Jolie, Gus Van Sant, James Franco o Steven Soderbergh -entre otros-. Más de lo mismo ocurrió con el reparto, que si favoritos o quejas por los candidatos y otras tonterías que hicieran que se marchara del proyecto un actor de la talla de Charlie Hunnam (Pacific Rim), no obstante finalmente Jamie Dornan (The fall) sería elegido como Grey por encima de Matt Bomer, Ian Somerhalder, etc. Después Dakota Johnson (Need for Speed) se convertiría en Anastasia Steele. Culminan el reparto algunos nombres como: Max Martini, Eloise Mumford, Luke Grimes, Marcia Gay Harden, Jennifer Ehle y Rita Ora. Y ojo al dato porque Kelly Marcell (Saving Mr. Banks) se encarga de guionizar el filme y Danny Elfman de componer la música para la ocasión, aunque poco importa.

Seguramente algunos os estéis acordando de mi familia porque aún no he comenzado a hablar directamente de lo que opino de la cinta y los argumentos con los que sostengo mi crítica, pero ahora es el momento justo para dar rienda suelta a mis groserías sobre esta adaptación. Horrosa y larga, volviéndose más detestable y pesada con cada minuto. Tan decente es la dirección de Johnson, es triste que solo sirva para contar esta chapucera historia para amas de casa aburridas, aunque a veces incluso da la impresión de que tiene una energía que la hace mejor que otras competidoras, pronto uno se quita la venda de los ojos, porque no os engañéis, esta película no abre un nuevo género ni nada de eso, es la misma mierda en un envoltorio un poco distinto, al poco rato y con facilidad se le ve el plumero. El guion es superior a la novela (no era difícil), ciertamente no es ni la mitad de hardcore pero al menos demuestra algo -muy poco- de humanidad y agudeza, me arrepiento de haber escrito ésto pero me he prohibido a mi mismo borrar nada de lo escrito aquí, estoy probando mis límites a la hora de escribir barbaridades. Un añadido muy bienvenido es el humor que ahora tienen los personajes, los cuales siguen siendo tan vulgares, horribles y vacíos como en la novela, pero al menos un chiste a tiempo calma un poco las ganas de suicidio a las cuales insta esta basura para pajilleros retrasados.

Da la impresión de ver dos películas radicalmente diferentes, por un lado la típica cursilada barata y empalagosa de chico conoce a chica y por otro un sereno/nada transgresor filme “erótico” o porno blando, aunque esa definición le queda bastante grande. Se nota a la legua la pelea que ha habido entre directora y escritora hasta llegar a un híbrido mal parido que falla tanto como película romántica que como drama sadomasoquista para borregos, cerca queda su sensualidad del Nymphomaniac de Lars von Trier, en lo demás es incluso peor que la parte dos de la película del danés; imagínense. Los actores no me dicen absolutamente nada, Dornan es decepcionante como el atormentado Grey y es Dakota la que arroja algo de luz en este insondable abismo. Ella es convincente y le añade al personaje algunos matices que bien necesita, aunque sigue sin ser suficiente. La última media hora de esta película está reconocida mundialmente como método de tortura para interrogatorios y situaciones varias, hay tantos diálogos y momentos que dan ganas de cortarse las venas que probablemente por eso se haya prohibido entrar “armado” en esta película, de otra manera le hubiera robado a alguien algún artilugio sexual para auto-fustigarme hasta la muerte, una sensación que no había tenido con tal intensidad ni siquiera en la última de Transformers.

Una película...mentira, una gilipollez, denigrante, sexista, aburrida y pedante con la profundidad dramática y la pasión de una factura de la luz. El verdadero castigo es soportarla; ni es escandalosa, ni atrevida, ni intimidante, ni mucho menos mínimamente tolerable, es una de las peores películas que he visto en mucho tiempo; debería poner un letrero que diga claramente que es un producto para gente imbécil. Antes de acabar quiero dejar claro que no me meto con los gustos sexuales de nadie, cada uno es libre, pero lo de esta película es censurable, no por pervertir o depravar sino por ofender los cinco sentidos, porque esta mierda es nociva para el ser humano, y los imbéciles también son personas...más o menos.


Alejandro Arranz

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