jueves, 3 de abril de 2014

Crítica de “Enemy”

-Un bodrio infumable, falsamente bonito y profundo pero que es en realidad feo y trivial.

-Gyllenhaal se mueve entre sus personajes como un camaleón, es inquietante y fascinante verle actuar, lástima que sea para nada, no hay intensidad ni mensaje, un thriller que aspira a demasiado y acaba perdiendo incluso en mínimos.

Denis Villeneuve vuelve tras dirigir “Prisioneros” con otro thriller en el que repite el actor Jake Gyllenhaal, después de tan magnífica película cualquiera le quita los ojos de encima a este interesante proyecto que se ha convertido en la película controvertida del momento, las opiniones van desde hermosa y compleja obra maestra hasta basura redundante y plana. Pues bien, la película es una adaptación libre de la novela “El Hombre Duplicado” de José Saramago que Villeneuve transforma en un thriller psicológico de lo más inquietante y abstracto, convierte el mismo en un puzzle que el espectador debe resolver -suponemos- después de un par de visionados; el reparto además de con dos Jake Gyllenhaal cuenta con un par de caras conocidas como Mélanie Laurent y Sarah Gadon, antes de empezar quiero aclarar que “Enemy” es una coproducción Canada-España, dato que siempre está bien saber.

Os aseguro que esto no es una obra maestra, ni siquiera una buena película, es mala en todos los aspectos que podía serlo, aburrida como thriller, insulsa como drama y ridícula como rompecabezas; empieza con habilidad y logra dejar al espectador pensando pero es para nada pues ni hay respuesta ni tampoco llegamos a enterarnos de nada de lo que ocurre, si es que ocurre algo, su argumento es básicamente una estupidez y el desarrollo de la trama es erróneo, de este modo nos encontramos ante una película tan pretenciosa como poco inteligente, aburrida y en último término absurda. Insisto en lo bueno que es el punto de partida porque quiero centrarme en realzar las pocas cosas buenas del filme de Villeneuve ya que las malas son muy fáciles de ver a simple vista; por querer abarcar tanto terreno el director se ha olvidado de centrarse en lo importante, uno se pregunta donde quedó el género thriller en esta película, un thriller debe resultar emocionante, es lo mínimo exigible, también inteligente, tenso, ágil, sin embargo el único adjetivo apropiado para éste es soporífero, os lo digo en serio, no la castigo tanto solamente por su inexistente trama o la poca profundidad de personajes y todo lo que les rodea, tampoco por creerse mucho más de lo ínfima que es en realidad, es que además de todo eso es un jodido tostón, recuerdo haber cambiado de postura más de treinta veces y perder la cuenta del número de bostezos, el ritmo es tan lento que el tiempo se multiplica sin cesar y los silencios tan largos que escuchas los ronquidos de toda la sala, pero bueno, siempre está esa simple aunque eficaz música que casi parece ambiental y que tras la primera hora empieza volverse repetitiva y pesada.

El apartado visual por el que muchos se han dejado encandilar me parece totalmente sobrevalorado, tan irritante como la historia y los diálogos, cierto que hay un par de sorpresas (no era para menos) pero la mayoría de imágenes que van de trascendentales son irónicamente insustanciales, y aquí llegamos a otra de las cosas por las que te das cuenta de que un filme es pretencioso, cuando te fijas en que cualquiera podría contarlo en 20 minutos y sin embargo Villeneuve lo hace en hora y media, sobra la mayoría del metraje, son noventa minutos de basura presuntuosa sin importancia, además de lenta como un caracol. La simbología con la araña, el tono amarillo y gris, los tres compases para cambiar de escena, todo tan exasperante como decididamente poco significativo, pero mientras ves la película puedes llegar a pensar que todo cobrará sentido en algún momento -probablemente en el desenlace- quizá la única razón para no abandonar tú asiento e irte a casa con todas las neuronas casi intactas, que sorpresa la del espectador (que ha aguantado semejante despropósito para entender las incógnitas que van apareciendo) cuando descubre que no va a ser así; sin una trama en si misma, con un argumento de chiste y ningún tipo de tensión, lo único que te queda durante el transcurso de la cinta es el apartado visual, ahí quería llegar, si su comienzo te impactó ya tiene algo positivo aunque al final sea en vano, pero hasta el desenlace las únicas cosas que pueden llamar tu atención son Jake Gyllenhaal y el trabajo visual: la doble interpretación de Gyllenhaal es lo único divertido y con mínimo sentido en “Enemy”, siempre es alucinante verle actuar -aunque el aburrimiento no ayude-, lo segundo no es tan bonito como lo habían pintado y en absoluto trascendental pero comparado con lo demás parece una maravilla.

El guión está escrito por Javier Gullón (Invasor, El Rey de la Montaña), que ha hecho un trabajo patético; ya empezamos mal con dos personajes principales absolutamente planos (a uno le gustan los arándanos eso sí), ni siquiera Gyllenhaal puede arreglar semejante facha, luego están la docena de casualidades ridículas que aparecen sin sutileza en nuestras narices, las incomprensibles reacciones de los personajes si cabe más incoherentes debido a la falta absoluta de profundidad de éstos y también los pocos pero irrisorios diálogos que no entiendes como alguien se ha atrevido a llevar al cine un conjunto de cosas tan rematadamente tontas; no sólo los personajes de Gyllenhaal son huecos, los femeninos también son la cosa más trivial que te puedes llevar a la boca y estos no están precisamente reforzados por las intépretes, pero lo peor del guión llega con un giro a raíz de la reacción de un personaje, un chorrada manifiesta de las de gritar en pleno cine alguna que otra blasfemia, la pregunta que te va a la cabeza es si todo lo anterior ha sido para llegar a eso, por otro lado hablamos la parte donde el ritmo de la película empieza a dar señales de vida, pero eso no podía ser el fin de todo lo anterior, tenía que ser algo más supuestamente trascendental y claro llegamos al final, cuando todo acaba te quedas con cara de gilipollas en plan ¿eso es todo? ¿tanta mierda para ésto? Podéis comeros la cabeza durante horas y discutir sin parar pero realmente el caos es un orden por descifrar y esta película no es de las que merece vuestro tiempo, ya os ha arrebatado una eterna hora y media y puede que algunos incluso hayáis pagado por ello.

Es muy decepcionante que el director de una película como “Prisioneros” entregue en el mismo año una porquería tan burda, plana y pretenciosa como lo es “Enemy”, su único acierto ha sido contar con Jake Gyllenhaal; si no tenéis otra cosa que ver u os atrae mucho la propuesta siempre podéis arriesgaros a verla y puede que salgáis de ella con la sensación de haber visto una película singular, puede que os atraiga su tono o lo psicologista de su propuesta e incluso puede que lleguéis a resolver el puzzle que Villeneuve nos propone (si es que hay una solución lógica), yo por mi parte prefiero películas que son en vez de querer ser, que cuentan algo en vez de dejarlo en el aire, profundidad en lugar de falsa relevancia, entretenimiento en lugar de somnolencia extrema, en resumen prefiero ver una buena película o al menos una entretenida a este cine “gafapasta” con aires de grandeza con el que quedar bien en reuniones de amigos esnobs; puede que el segundo y el tercer visionado aclaren algo más pero yo nunca lo sabré pues aguantar una película tan mala más de una vez se llama masoquismo.


Alejandro Arranz

No hay comentarios :

Publicar un comentario