domingo, 9 de marzo de 2014

Crítica de “300: El Origen de un Imperio”

-Más grande, más digital y mucho más sangrienta, esta secuela de 300 tiene los ingredientes necesarios para agradar a todos los fans de la original además de un par de detalles sencillamente memorables.

-Eva Green está aquí tan sensual, escalofriante y en una palabra arrolladora, que es imposible resistirse, cada segundo suyo en la pantalla es un iracundo placer.

Han pasado ya ocho largos años desde que vivimos con Leonidas y sus 300 valientes aquella violenta batalla contra un ejercito Persa inmensamente superior, y desde luego que llega tardía esta secuela del clásico instantáneo de Zack Snyder. En esta ocasión no es Snyder el que se sienta en la butaca del director (debido a problemas de agenda por “Man of Steel”), aún así se encarga de escribir el guión mientras le cede su antiguo puesto a Noam Murro, un nombre que suena muy raro si se conoce su anterior y único trabajo, una comedia romántica con Dennis Quaid y Sarah Jessica Parker que dirigió en 2008. Multitud de opiniones han ido apareciendo sobre la secuela aunque era fácil temerse lo peor, algunos actores repiten papel como es el caso de Rodrigo Santoro, Lena Headey o David Wenham y también encontramos un par de caras nuevas tales como Eva Green y Sullivan Stapleton como antagonista y protagonista respectivamente. Tras 102 épicos minutos de sangre, sexo y puro exceso no queda más que rendirse a los pies de tan agresiva propuesta, de espíritu inquebrantable e implacable puesta en escena y para colmo tan entretenida como la original.

Aún estando varios niveles por debajo de la original de Snyder, la película de Murro se convierte en una secuela digna, placentera, entretenida en exceso y bastante alejada de la original, posee un estilo propio, una puesta en escena casi siempre impresionante, oscura y aunque inferior, también diferente del estilo Snyder, del cual se nota su participación en el proyecto mucho más allá del guión; a parte de todo esto trata nuevos temas, toma decisiones innovadoras e incluso profundiza más en sus personajes; es una manera completamente nueva de encarar el proyecto, igualmente válida e igualmente efectiva para con sus diferentes objetivos. También es cierto que en otros aspectos está mucho más vacía que su antecesora, es inferior técnicamente a pesar de tener más presupuesto, sus escenarios y coreografías no alcanzan la brillantez formal marcada por Snyder y en ciertas encrucijadas decide acomodarse a las expectativas, luego está el nivel de violencia y el excesivo uso de algunos factores como la cámara lenta.

Ya que me dejé llevar con respecto al apartado técnico empezaré por ahí, hace a penas unas líneas mencionaba el excesivo uso de la cámara lenta o la violencia desmesurada, y es que si bien ambas y un buen número de ejemplos similares estaban igual de presentes en la película de 2006, allí se utilizaban mucho mejor, todo se veía más artístico, más estético, vamos que quedaba más bonito, y es que puede parecer una broma pero en esta secuela esos elementos son básicamente una repetición tediosa y llena de violencia innecesaria que no resulta precisamente atractiva, Snyder no es un genio en la dirección, sus películas dejan mucho que desear en la mayoría de aspectos, pero en lo técnico es un verdadero maestro, la fotografía de sus películas es una gozada, usa el slow motion de fábula y todo esto no era menos en 300, no todo dependía tanto del CGI, sus escenarios eran mejores y las coreografías eran muy superiores a las que podemos encontrar aquí, por no mencionar que en aquella no se mutilaba a los enemigos en pedazos cuando ya llevaban varios minutos muertos por el mero placer de la sangre; aún con todo esto y rallando a un nivel inferior esta secuela no deja de ser impresionante y contar con sus propios signos de identidad, aunque decida mantener algunos primordiales para atraer la atención del público; sé que la he machacado un poco más de lo que la película se merece pero en su defensa diré que no tiene mayores peros, alguno más que comentaré más adelante.

Estaba claro que el nombre de Snyder iba a salir más que el de Noam Murro, y es que no hace falta ver mucho para darse cuenta de que el filme tiene la mayoría de señas de identidad del director de “Watchmen”, pero lo que vengo a comentar es el guión, que si bien no cuenta con los memorables diálogos de la primera parte, sí que tiene ciertas lineas muy inteligentes, por otro lado supone una evolución en cuanto a personajes y subtramas, tal es el caso de Xerxes -caracterizado por un magnífico Rodrigo Santoro- del que se muestra su lado humano y su transformación en Rey-Dios, también el personaje de Artemisa que mejora y mucho gracias a la interpretación de Eva Green como una sexy dominatrix sedienta de sangre, por último tenemos al Temistocles de Sullivan Stapleton que muchos consideran el punto flojo de la película, si bien no tiene el carisma de Leonidas ni su liderazgo, funciona correctamente como protagonista y lejos de ser un personaje plano añade una buena subtrama y un par de temas interesantes como por ejemplo la carga que supone soportar las consecuencias de sus decisiones en el campo de batalla, además la actuación es buena. Falla por completo la trama secundaria padre-hijo que ya ocurriera en la original y supone un gran acierto la trama entre Temistocles y Artemisa con dos escenas realmente geniales.

Si la película comienza con una agilidad inusitada y se mantiene emocionante casi hasta el final, es en el propio desenlace donde decae, como era de esperar la épica toca techo con la batalla final pero no es ahí donde la cosa falla, es el precipitado desenlace que aún con casi dos horas de película a sus espaldas se hace corto, parece que nos hemos quedado en el mismo lugar y desearíamos que siguiera hasta un punto más culminante. Finalmente nos hemos encontrado con una gran secuela, de esas que puedes contar con los dedos de una mano, por supuesto que no es mejor ni tan siquiera igual a la original, pero se aleja lo suficiente del esquema de esta y cuenta con suficientes novedades como para atraer y entretener, además de brindar varios momentos notables; si os gustó la primera sin duda tenéis que ver esta potente precuela-secuela empapada en litros de sangre y que también podéis disfrutar en 3D.


Alejandro Arranz

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