miércoles, 18 de diciembre de 2013

Crítica de “Frozen: El Reino del Hielo”

-Aquí está, la mejor película de animación del año.

-Encantadora; un placer absoluto que aúna las virtudes de lo clásico y lo moderno, una joya cristalina a la que no te podrás resistir sea cual sea tu edad.

Que sí, que las películas de animación que nos echábamos a la boca éste año dejaban mucho que desear y nos quedábamos con tres palmos de narices; pero no pasa nada porque cuando Disney se pone las pilas es capaz de entregar películas de una calidad exorbitante. Precisamente estamos ante uno de esos casos, “Frozen” mezcla lo viejo y lo nuevo para dar lugar a una gran película de animación; llena de aventuras, comedia y romance al estilo más clásico pero con las innovaciones técnicas más impresionantes; así una historia tradicional se fusiona con un apartado digital muy potente; es realmente divertida, el mejor musical que Disney ha hecho en los últimos años.

La película empieza con fuerza y desarrolla la historia con eficacia añadiéndole tonos oscuros en momentos precisos, aunque a primera vista pueda parecer una historia muy vista, la verdad es que cuenta con suficientes innovaciones que la hagan destacar como gran película del estudio. Los diálogos son inteligentes y divertidos al igual que las pegadizas canciones, que es recomendable escuchar en versión original; no hace falta que engañéis a nadie, todos hemos cantado al son de una canción Disney alguna vez en la vida. Tras el tramo inicial la faceta de musical se pierde bastante (una verdadera pena) en afán de la aventura más directa, uno de los únicos puntos flacos que se le puede encontrar, junto con la falta de un villano en si mismo, algunos puntos previsibles y un bajón considerable hacia el final, el resto es pura magia Disney.

A medida que entran en escena los distintos personajes se aprecia una profundidad mucho mayor de lo que cabía esperar teniendo en cuenta a lo que nos tienen acostumbrados, si uno se fija bien encuentra pequeños rasgos realmente interesantes, y eso nunca viene mal. Sin embargo no se puede decir que sean personajes geniales o llenos de matices, son los mismos personajes de siempre con un perfil psicológico algo más desarrollado, teniendo en cuenta una excepción sorprendente, el muñeco de nieve Olaf es un extraordinario recurso cómico que pasa de ser uno de los posibles personajes más insoportables del estudio a ser uno de los más cómicos, tiernos y redondos que haya creado Disney desde “Up”.

Como ya había mencionado antes, la película es una maravilla visual, repleta de imágenes bellas y modelos impresionantes, desde luego Disney ha tocado techo en lo que al apartado técnico se refiere. Pero no sólo ahí, está claro que “Frozen” es una de las películas más atrevidas, divertidas, clásicas e innovadoras que Disney haya creado en lo que va de siglo, y no arriesgo en absoluto cuando proclamo que se convertirá en un clásico animado, pues tiene todo lo que se le puede pedir a una gran película Disney: desde princesas en apuros hasta héroes inesperados pasando por monstruos gigantes, canciones estimulantes y besos de amor verdadero, y lo más importante, corazón.


Alejandro Arranz

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